Carlos Chablé Mendoza
Es solo una cuenta más en el engarce de acciones que la 4T ya adoptó como estrategia para sacar de la jugada a quién se anime a desafiarlos. Le ha funcionado tan bien, o mejor que a los anteriores usufructuarios del poder, es una maniobra conocida pero mejorada, dejan las cuentas pendientes de potenciales enemigos para luego aplicar de manera selectiva la justicia, en el momento necesario y ahora es la contienda electoral por iniciar.
El caso de José Esquivel Vargas es solo un ejemplo más. Los que obedecen, los que se doblan, son premiados con la impunidad y hasta con el apapacho. Acciones “legales” como la aplicada contra Chak Me’ex se hacen cuando no te cambias de camiseta a tiempo, cuando eres digno y quieres hacer valer tu libre determinación para seguir metas distintas, cuando piensas y existes como ciudadano. Solamente así se explica que otros expresidentes municipales y gobernador, todos transas, gocen de libertad u obtengan puestos compensatorios.
Todo señala que los actuales usuarios del poder no son iguales… son peores, que los neoliberales no se fueron, solo se transformaron y siguen aquí con camiseta de otro color. Este, como los anteriores gobiernos, lejos de hacer justicia y acabar con la corrupción la usa sutilmente, tiene a mano un sabucán de casos, de hechos presuntamente delictivos o irregulares para usarlos en contra del o la rebelde.
No existe entonces compromiso real con los principios que enarbolan y difunden de manera vocinglera. ¿Cómo pueden combatir la deshonestidad y corrupción en todos los niveles de gobierno si las principales muestras de esta ocurren en la cúpula del poder?
Y no me vengan con que lo ocurrido no lo sabe el presidente. Sin duda alguna que él hace tiempo trazó la estrategia: administrar a su favor los casos de desvíos de recursos y corrupción, usarlos cuando les sea conveniente y de manera selectiva; a los arrepentidos provenientes del sexenio anterior los acepta en sus filas y les sigue dando oportunidad de enriquecerse, a quienes no se alinean: cárcel.
Esta situación solo puede ser cambiada por una sociedad atenta, pendiente del acontecer, por un pueblo consciente de que los apoyos sociales no son del régimen en turno, sino que son derechos constitucionales.
Una real transformación y regeneración social pueden ser posibles si recuperamos la dignidad rebelde y seguimos desmantelando el miedo, rompiendo el silencio.
>20 febrero 2024<